sábado, 4 de junio de 2016

Árboles transparentes

Me tocan árboles transparentes:
en las aceras, llenas de coches,
imagino la tierra como era antes de ser
todo esto que me rodea.

Aún, cuando deslizo los dedos por las paredes de ladrillo
enganchándome en cada rugosidad del plano,
intentando escuchar el momento en el que la fricción de la carne contra la piedra genera el primer "fris-fris",
no puedo dejar de pensar que todo lo que ven mis ojos
nace de las manos y de las mentes de los hombres que han podido ver con sus ojos,
con los ojos de sus padres
y los ojos de los padres de sus padres
todo aquello que yo ya no puedo ver
si no cierro antes los míos.

Me tocan, los árboles transparentes
como si fuese la memoria de esos hombres
llamando a las puertas de mi memoria.

Repiten, como un mantra:
la palabra artificial es artificial en sí misma.