viernes, 19 de febrero de 2016

celofán

Desfilan en hilera todas las sombras
enajenan el instante
deslucen lo evidente y después
después de su paso
después, el instante se alumbra:
era evidente ya desde antes pero por un momento
parecía que el infinito pudiese acostarse en mi cama
y llenarla del perfume al que huele el infinito;
Ahora ya no
el tiempo es pasado
y tiende la alfombra roja desde la subconsciencia
hacia la comprensión
trayendo la calma
trayéndome en calma.

Me miro al espejo y veo cómo el efecto desdoblado del celofán
tiembla un instante y se funde;
desde el otro lado alguien mira también
me es familiar, pero no puedo observar sus rasgos lo suficiente
como para describirlos aquí en detalle.
Han pasado las sombras ya,
le han borrado de la imagen.
Entiendo después, al alumbrarse, lo evidente.
Se dibuja la sonrisa oculta, me desnuda de a poco,
me invita a bailar sobre la alfombra,
roja de consciencia.
Sigue mirándome desde el otro lado, mis ojos cerrados son coraza.
Ya no importa más. Sombra o mirada.

Pasan, y después,
sólo queda disfrutar.